LIDERESAS II


Si como he defendido, el liderazgo político responde al complejo entramado de la representación territorial, la presencia de mujeres en las listas electorales ofrece la posibilidad de planear un liderazgo político a medio y largo plazo.
La deriva partitocrática en la que estamos inmersos, ha convertido la representación institucional prácticamente en el único elemento de presencia política. Los partidos políticos se han encargado, a través de los procesos de cooptación de incorporar a cualquier liderazgo incipiente de la sociedad civil, mermando así las  posibilidades de una organización civil sólida al margen de la estructura de los partidos políticos.
Por otro lado, la escasa promoción funcionarial al margen de los partidos políticos favorece la incorporación en las listas electorales de técnicos de la administración promoviendo así una forma de hacer política que tiene que ver más con las burocracias que con la política en sí misma.
Este grueso clientelar, que podría constituir una cantera política y que está fuertemente feminizada, tienen grandes dificultades para trasladar ese estatus a un liderazgo político. El caso de la Sra. Julios, vicepresidenta del gobierno pertenece a esa categoría, aunque este tipo de liderazgos burocratizados y provenientes de arduas negociaciones con los factotum de los partidos no suele trasladarse a un liderazgo social sólido.
Por otro lado, y probablemente lo más relevante para nuestro análisis, son los incipientes liderazgos que tienen una relación directa con el territorio y que facilita o no la presencia femenina.
En los casos en los que la organización política tiene una fuerte representación territorial, los liderazgos femeninos son menos frecuentes, las Sras. Oramas y Morales constituyen   excepciones a ésta formulación, y por ende constituye un fenómeno a observar más detalladamente.
La ex Alcaldesa de La Laguna ha creado un liderazgo solidamente fundamentado en una representación social de grupos de intereses que se están desarrollando de forma exponencial haciendo doblete entre la metrópoli y el Archipiélago.
La Sra. Morales afianza su liderazgo al interno de la organización, aunque su elección se encuentra teñida de las dificultades en encontrar  un liderazgo masculino de consenso, por lo cual parecería razonable pensar que la Sra. Morales debe aprovechar la representación ideológica y compatibilizarlo con un liderazgo institucional para mantener las posibilidades de afianzar su liderazgo político.
Por otro lado las organizaciones políticas con problemas de implantación están proyectando unos liderazgos femeninos muy pegados al territorio aunque aún incipientes, véase el caso de las candidatas de las islas periféricas.
Otro de los liderazgos afianzados en el territorio y que denota un trabajo sostenido y con posibilidades de proyectarse a una unidad territorial mayor sería en caso de la Sra. Tavio, candidata a la alcaldía de Santa Cruz que vería reforzado su liderazgo social al conjunto de la isla.
En estos contextos la aparición de nuevos liderazgos políticos femeninos vendrían de la mano de situaciones de cambio. En este sentido, las más que deseables transformaciones que deberían acometer las organizaciones políticas para intentar cubrir su desfase ciudadano, podrían servir para una redefinición de las estrategias femeninas de liderazgo que además de atender a sus organizaciones atiendan a redes de apoyos más encaminados a la representación de las necesidades de las propias mujeres y a la necesidad de analizar la política como un espacio de transformación y no sólo de reproducción del orden imperante.

Nuria Roldan

Comentarios

  1. La realidad, como siempre, vale más que mil palabras. Las cuotas de paridad siguen siendo necesarias en la política para acceder a las listas de los partidos. La alianza/apadrimaniemto del genero masculino forma parte de la presentación en el campo de la política, àmbito de actuación con tendencia masculina.
    Que bueno seria una cuota de paridad de personas, una alianza/apadrinameinto de personas que no de gènero... o no?
    MJ

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  2. Creo que las alianzas deben responder a posiciones contenidos , es decir atender a lo que se quiere hacer y no a lo que tenemos en común o los intereses personales.
    Me parece irrelebante si son mujeres u hombres quienes lo hacen el asunto es que se hagan las cosas que son útiles para el interés común.
    Ya hemos comprobado que por ser mujer no se hace una política diferetne sino que son los lobbyes a los que respondes los que definen una política u otra. Las partitocracias están en dclive, la desafeccion de las poblaciones hacía sus políticos no es una custion baladí, no es un problema de participación es un asunto de confianza, la ciudadanía no cree que sus representantes estén haciendo las cosas para la ciudadanía sino para el propio interés de la organización o de los grupos de presión, pensemos en el golpe de mano de Tamayo y Saez en la CM. Una de las reformas ineludibles que se tendrán que emprender será la de las organizaciones políticas y es más que posible que se se vaya a listas abiertas donde la cuota no será posible de mantener.

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