SIN PALABRA, SIN MIRADA
Se podría decir que hacer una historia de la comunicación sería como hacer una historia de la mirada humana. La humanidad está constituida por hombres y por mujeres que tienen, en virtud de sus roles sociales, sus experiencias y su herencia histórica diferentes formas de mirar y de ver el mundo. Todas las sociedades conocidas tienen al hombre como representante en exclusiva de esa mirada y de esa capacidad para comunicar su mirar. El hombre ha dejado sin palabra y sin mirada a la mujer en virtud de una inexistente e infundada primacía. Sin embargo esa mal entendida primacía sí le ha concedido a la mujer el ser mirada y expuesta de forma obscena, troceada a veces, rota en otras y siempre violada por la mirada masculina. Asistimos a un uso y abuso indiscriminado del cuerpo femenino para buenaventura de un varón castrado e insatisfecho que busca en el consumo sexual su autosatisfacción, el uso se ha convertido en algo tan habitual que ya no le prestamos atención y cuando se i