DE VENECIA A TENERIFE
Somos muchos los que hemos vuelto a leer estos días la tragicomedia shakesperiana Mercader de Venecia. En ella encontramos los comportamientos económicos de mercaderes y prestamistas europeos de hace 500 años: la prima de riesgo y a los hoy llamados hombres de negro, que no eran más que los banqueros alemanes y genoveses, que controlaban nuestra economía y por ello decidían si teníamos o no capacidad de endeudamiento. Cuando el joven Bassanio solicita a su amigo y mercader veneciano Antonio que le preste el dinero para poder cortejar a una rica heredera veneciana, Antonio, que tiene todo su dinero invertido en la industria de la exportación, acude al prestamista Shylock confiado en que sus barcos estarán a tiempo en Venecia con fondos que triplican la deuda que va a adquirir. Antonio no cuenta con que las condiciones del mar son malas y los barcos llegan a la ciudad más tarde de la fecha acordada con Shylock para la devolución de la deuda. Por lo que Shylock exige