De la mística de la maternidad a la desaparición del padre: Los mundos de Caraline.
imagen cogida de wadatinkerbell.wordpress.com En estos días de nuevos y buenos desarrollos tecnológicos, llega a nuestras pantallas historias precedidas de buena voluntad, críticas excelentes y personajes no menos fascinantes. Esto es lo que ocurre con "los mundos de coraline" del guionista y ahora director Henry Selick, la fascinación y el preciosismo con el que construye los personajes no puede hacer desaparecer la historia. Y la historia, ¿cual es la historia? pues la historia es algo conocida; Coraline, hija única de 11 años de una pareja de profesionales ocupada en la ardua tarea de mantener su trabajo, se aburre en su nueva casa y echa de menos a sus antiguos compañeros de colegio. En ese deambular en su nuevo hogar y con su nuevo vecindario encuentra una puerta que le lleva a otra versión de su vida, a una “realidad” paralela. A partir de ese momento su vida va a discurrir entre unos canelones congelados y maravillosas tartas caseras que le