DE LA PALADINA ALICIA AL HIJAB DE NAJWA
A licia se aproximaba a lo que iba a ser el anuncio oficial de su compromiso matrimonial con un aristócrata acorde con su rango, la adolescente a quien le gustaba soñar y viajar estaba a punto de convertirse en una mujer comprometida cuyo futuro seria tener hijos rollizos y criarlos acorde con su estatus económico y moral de la Inglaterra Victoriana. Pero a Alicia, a nuestra Alicia le gustaba andar sin medias ni corsé y viajar por lugares desconocidos probando cosas nuevas. Alicia consiguió su sueño, luchó contra lo que el conejo, el sombrerero o los mellizos esperaban de ella para ser ella misma, para ser la propietaria de sus sueño, tal fue así que, cuando volvió de su viaje por el mundo de las maravillas, Alicia se negó a casarse con el novio que le habían buscado y alardeando de que no llevaba ni enaguas ni medias, dio comienzo a lo que sería su trabajo de comerciante por el extremo oriente. A veces las cosas más nimias se convierten en trascendentes en las vidas de