HAMBRE DE LIBERTAD
Las revueltas surgidas en Egipto y las reacciones creadas por el régimen de Mubarak reprimiendo a los manifestantes, pone de manifiesto las necesidades de cambio de un poder político que se ha manifestado incapaz de equilibrar las diferencias sociales pretendiendo un progreso material sin libertades. El viejo dilema entre progreso económico y libertades se ha mostrado una vez más falso. Ya el siglo XX nos enseñó que no hay progresión material sin democracia. Ése aprendizaje tendremos que aplicarle, no solo al mundo árabe, sino también al gigante asiático cuando llegue la ocasión. El aumento poblacional, los mayores niveles educativos de un mayor grupo de personas unido a los valores de igualdad y la generalización de la información a través de la red, transforman en imposible la pretensión de una cúpula dirigente que se ha manifestado incapaz de acabar con las desigualdades sociales y de ir progresando en el acceso a las libertades. Las actitudes timoratas de Occidente hacia u