DE HIPATIA DE ALEJANDRIA A ELIONOR OSTROM
Reconocer la figura de Hipatia en el Año Internacional de la Astronomía
(AIA) y dedicar SEPTENIO a esta
disciplina son una buena oportunidad para reclamar la igualdad de género en ese
campo concreto y en la ciencia en general.
Más allá de las grandes virtudes plásticas de la película de Amenábar,
éste pierde una gran oportunidad de mostrar a la científica no como una mujer
asilada en su tiempo, sino como una matemática conocedora de las diferentes
escuelas que le influyeron en su quehacer científico, no sólo la neoplatónica, sino la pitagórica
que estuvo dirigida por una matemática de renombre en la antigüedad como fue
Theano de Trontona y entre cuyos miembros había mas de 20 científicas. Aglaonike
a la cual se la considera una gran astrónoma de la antigüedad por el conocimiento de las elipses y la predicción de eclipses.
Considerando que hasta finales del s XIX a las mujeres no les fue posible
realizar trabajo científico sin mediador,
sino que sus ideas y opiniones tuvieron que ser expresadas a través de
sus mentores, padre, hermano, marido u amante, no es de extrañar que no se
encuentren textos originales de las científicas mencionadas sino como
anotaciones, comentarios a textos de otros como en el caso Hipatia con los trabajos
de su padre Tenón o a través de la correspondencia epistolar que mantuvo con su
discípulo Sinesio.
Amenábar nos muestra a una mujer formada por su padre para ser una
científica, un ser perfecto con autocontrol y distinción que es como un hombre
debe disponerse en el mundo.
La ciencia no permite veleidades, las mujeres son tan imperfectas para
los griegos como para los cristianos, otra cosa será que se sumen elementos
para la consecución del poder político que es lo que manifiesta la lucha
encarnizada entre Cirilo, miembro ya de una iglesia salida del concilio de Nicea,
que culmina el proceso de la ortodoxia y la dogmática cristiana, y de Orestes, Prefecto Romano, en la
decadencia del imperio precisamente por no haber sido capaz de enfrentarse a la
sinrazón de los dogmas y ortodoxia.
El martirio de Hipatia tiene lugar porque mantiene un espíritu
científico que la hace dudar de lo que cree y de lo que las apariencias le
indican, no hay ciencia sin duda ni actividad científica aislada o dominada por
el poder político.
Pero aún es mas, la ciencia
queda mermada cuando hay saqueo, cuando hay invisibilización, cuando hay
ocultamiento de otras opciones científicas.
Las mujeres nunca han sido una excepción de la ciencia, lo que es una
constante es su invisibilización y la apropiación de su actividad
investigadora.
Hoy tan solo el 26% de los proyectos científicos están encabezados por científicas y este porcentaje depende de las
especialidades.
Este año, por primera vez en la historia, a una mujer se le concede el
Nobel de economía: Elionor Ostrom.
Las mujeres no han sido, ni son hoy una excepcionalidad en la ciencia,
mas bien la ciencia ha sido una excepcionalidad en la historia.
La ciencia se ha divulgado acallando, invisibilizado y silenciando a
las mujeres y eso no puede seguir ocurriendo.
Recrear la realidad en base a excepcionalidades no ayuda a construir un
discurso de género; sino muy al contrario a ratificar la masculinidad
dominante.
El asesinato de Hipatia a manos
de la sinrazón de los grupos más extremistas cristianos, brazo armado del poder
político de Cirilo, tiene actualidad hoy porque se confunde la tolerancia con
la indolencia y el valor con la arrogancia; porque se mercadea con los
principios y no se pone límites al
poder.
La democracia es fundamentalmente limitar el poder, mostrar las
contradicciones, la alezeia griega, el descorrer el velo que nos permite
contemplar las cosas tal cual son.
Hipatia pone de manifiesto
el valor del aprendizaje y el esfuerzo en el laborioso camino del conocimiento,
pero ese camino siempre, siempre se hace con otras.Nuria Roldán
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