¿QUIÉN ES ANONIMAN?
Forma ya parte de nuestro paisaje y como el devenir de la noche al
día, sus frases transcurren en nuestro acontecer cotidiano. Anonimán, un
hombre anónimo que nos acerca, nos implica y nos motiva con su mural de
veinte metros con el objetivo de comunicarnos. Si la palabra escrita
posee la virtud del pensamiento más abstracto frente a la palabra
hablada, Anonimán condensa en sus carteles ambas, es decir, genera,
impulsa y proyecta la palabra como nivel mayor de conciencia a través de
la abstracción, al mismo tiempo, que recoge, modula y transforma la
palabra hablada.
Como nuestros clásicos, Cervantes o Lorca. Anonimán pone la mirada
sobre lo que acontece y recoge expresiones coloquiales que ha escuchado
en los hablantes, proyectándolos de nuevo al universo humano, para así
hacerlo propio de forma colectiva. La estructura dialogal del lenguaje
genera humanidad, es decir, el lenguaje se hace a través de ti y te hace
a ti al mismo tiempo. Un hombre anónimo se presta como mediador de la
realidad, como transformador y constructor de pensamientos, que al
tiempo recoge, genera y vuelve a generar una vez transformado por los
pensamientos de los otros hablantes.
A través de su blog frasesanonimas.blogspot.com recoge la elaboración
individual de los pensamientos generados por sus palabras escritas,
activando el carácter dialogal del lenguaje y redimensionándolo una vez
enriquecido por las nuevas aportaciones. Es en esos momentos donde la
inteligencia individual deriva en colectiva y se hace parte de todos
nosotros. El cartel de la TF5 se transforma a cada minuto, a cada
segundo de cada día, el lenguaje es transformación de la realidad o
proyección de las realidades intersubjetivas. Anonimán acoge, escucha,
elabora y redirige su mirada sobre la realidad. Siendo ésta
profundamente humana, profundamente hacedora de sensaciones, de sueños,
de pensamientos. El pensamiento es lenguaje y el lenguaje es pensamiento
y si el lenguaje escrito es la mejor herramienta para la elaboración de
pensamiento abstracto, no es menos cierto que la palabra hablada es la
que llega mejor, con mayor inmediatez, con más cercanía, con mayor
calidez a nuestros semejantes.
Es en ese sentido en el que Anonimán ya no es un hombre anónimo sino
todo un colectivo que crea y recrea constantemente una realidad
cambiante de la cual nadie tiene la autoría. Ciertamente, es necesario
la acción individual, la toma de conciencia de la propia libertad para
lanzar tu decir, tu pensar sin miedo o vergüenza y colocarla al servicio
de la colectividad.
Una sociedad que habla en voz alta es claramente más libre y por ello
más responsable. Una sociedad que habla de forma compartida es una
sociedad que puede no fracasar, mientras que las sociedades de las
inteligencias individuales han mostrado una terrible debilidad ante los
grandes retos humanos.
Anonimán es pues, desde mi punto de vista, un proyecto colectivo
creador y generador de conciencias sociales y uno de los proyectos
comunicacionales más relevantes de nuestro archipiélago.
Nuria Roldán-Arrazola
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