ABSENTISMO Y ABANDONO EN CANARIAS
La tasa de absentismo laboral entre docentes canarios, un escaso tres por ciento, es la más baja de toda la función pública en este Archipiélago.
Esto viene a demostrar, entre otras cosas, que el marketing político
tiene amplia experiencia en hacer de mentiras verdades y que el
magisterio nos indica que si quieres obtener un buen resultado de
alguien lo que no puedes hacer es vilipendiarlo y estigmatizarlo, sino,
muy al contrario, motivarlo e incentivarlo para que éste gane en
confianza.
Por ello el magisterio se caracteriza por una constante acción
positiva y pedagógica para sacar lo mejor de nosotros mismos y de
nuestro alumnado. Sin embargo, los niveles de abandono escolar de la
enseñanza obligatoria en Canarias siguen siendo de los más altos del
país.
Esto, lejos de aliviar la tarea educativa, la entorpece, puesto que
en los grupos donde la asistencia es mayor los resultados son mejores.
Por otro lado, se hace necesario diferenciar a qué tipo de abandono escolar nos estamos refiriendo.
No puede meterse en el mismo saco del abandono escolar la enseñanza
reglada (Primaria, ESO y Ciclos Formativos) y la educación no reglada
(EE OO II o Educación de Adultos).
Mientras que en la primera las posibles acciones pueden ir
encaminadas a una transformación organizativa y didáctica; en la segunda
hay que ahondar en nuestro sistema productivo, así como en el sistema
de género que penaliza a las mujeres por ser las principales cuidadoras
de nuestra sociedad.
Por ello se hace necesaria una acción administrativa determinante
para erradicar ese denominado pre-abandono escolar (aproximadamente el
15%) que genera una importante frustración en los docentes y potenciales
alumnos.
Éstos ven imposibilitado su acceso a los estudios, porque los puestos
están ocupados por alumnado que ni tan siquiera se incorpora al aula.
Es por nuestro enmarañado sistema administrativo y la más que
conservadora tendencia a romper con la rutina. Ello está provocando un
despilfarro de medios humanos y materiales absolutamente inexplicable.
Por ello, emplazo a la administración educativa a la urgente toma de decisiones en relación con:
-Una asimilación de la tasas educativas, las de la educación no
formal, más en consonancia con nuestro entorno, por poner un ejemplo: de
los 250 euros por alumno e idioma en Catalunya, las más altas del país,
a los escasos 56 euros de Canarias.
-El cambio normativo que posibilite dar de baja a alumnado que no se incorpore al aula en los primeros quince días del curso.
Por otro lado, hay que trabajar en una reducción de una llamada tasa
estructural de abandono, con medidas de organización educativa y también
didáctica.
Nuria Roldán-Arrazola.
Muy acertado. Ver como alumnos se quedan si plaza en FP y los que la tienen no se incorporan es desolador. Dar de baja de oficio a estos alumnos es misión imposible.
ResponderEliminargracias por tu comentario, creo que se podrían modificar los procesos administrativos para evitar esta tropelía y este despilfarro. es necesario identificar bien las categorías del abandono para poder analizar con corrección.
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