Decían los clásicos que había que preguntarse por las causas primeras, para no ser presa fácil de las apariencias. Una análisis transversal del informe presentado por la OCDE sobre el estado de la educación en Canarias obliga a profundizar en las causas primeras para no dispersarse entre las ramas de los árboles. Esto es, si un sistema educativo progresista y moderno debe perseguir entre sus objetivos fundamentales el acceso a los recursos intelectuales y simbólicos que permitan un buen desarrollo de las capacidades de cualquier ciudadano. No es menos cierto que las condiciones de partida de todos los ciudadanos no son las mismas, y por ello es necesario no tratar a todos por igual, sino al igual como igual y al desigual como desigual, ejerciendo incluso la acción positiva cuando fuese necesario. Es esa interpretación errónea, a mi juicio, del principio de comprensividad, lo que está en el fondo es la distorsión que sufre nuestro sistema educativo, no sólo en los p
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