VARONES Y BARONESA

El veinticinco de mayo la baronesa socialista daba una rueda de prensa anunciando sin convencimiento y, sí con abatimiento y mucha tensión contenida, su decisión de no comparecer a las primarias de su partido.

Los antecedentes de tal decisión podríamos encontrarlos en la perdida de apoyos de los barones-varones socialistas que con antelación le ofrecieron su apoyo, y que ante el descalabro electoral del 22M reconsideran su posición y centran sus objetivos en afianzar al aparato socialista, que  atrincherado en la secretaria general pretende seguir controlando los derroteros de la probable derrota de la próxima contienda electoral.

La renuncia de Chacón  podría suponer un paso hacia el ayer del socialismo español. Los varones-barones socialistas que morirán con las botas puestas para evitar que el ERE de los socialistas, con 2357 concejales menos, 55 consejeros autonómicos y unos cuantos miles de cargos de confianza así como consejeros delegados en las empresas públicas, que como el ejercito de Pacho Villa, dirijan su mirada a Ferraz para pedir explicaciones de tantos desatinos.

El nombramiento de Rubalcaba y una posible remodelación de gobierno para hacer menos costosa la travesía sin pan que aún le queda al ejecutivo, representa para aquel que tenga algo de memoria histórica una huída hacia el pasado y una falta de conciencia crítica y de reflexión que tan necesaria le es a una organización política de izquierdas.

Una de las cuestiones importantes dentro de la izquierda española es cómo se resolverá el post-zapaterismo, como arrimar el hombro para dar respuestas progresistas ante tanto liberalismo. De momento la sucesión se sucede con el ayer.

De momento una de las banderas más determinantes del gobierno de ZP ha sido el baluarte de la igualdad. Baluarte que queda en entredicho con la primera remodelación de gobierno, baluarte que se ve sometido a un segundo envite en el enfrentamiento entre los varones-barones y las opciones más abiertas y flexibles que podrían estar representadas por la baronesa.

Una vez más la igualdad queda para momentos de bonanza, porque como ya se sabe…cuando las cosas vienen mal dadas las opciones más conservadoras se refuerzan y la fuerza gana a la generosidad y la amplitud de miras.

De momento la capacidad de reacción parece nula, al igual que en la otra familia de izquierdas pareciese que no va con ellos el conflicto, resiste el envite y refuerza presencia institucional, lo que nos hace pensar que aquellos que pretendieron renovar el PCE se confundieron y hoy veinte años más tarde sobreviven los mismos con los mismos postulados.

El tiempo y la ciudadanía dan a unos la razón y a otros se la quita.

Nuria Roldán-Arrazola