NOBEL, GÉNERO Y LITERATURA
Buen discurso el del premio Nóbel de literatura. Moderno, ilustrado y radical en la defensa de los valores democráticos y contra los autoritarismos de uno y otro color derivados de nacionalismos ramplones; No tiene, en cambio, nada de moderno ni ilustrado las condiciones en las que el propio Nobel ha realizado su producción literaria, lo resumen cuando se refiere a la prima que se convirtió en su esposa hace 45 años, “ sin ella mi vida se hubiera disuelto en un torbellino caótico, ella hace todo y todo lo hace bien, resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos y defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios. Mario, para lo único que tu sirves es para escribir”, menos mal que previamente nos avisa de que es su esposa porque cualquiera leyendo esto hubiese pensado en un excelente manager, agente literario, asistente personal y asesor económico.
La producción de Vargas LLosa ha sido su literatura y la producción de su esposa-prima ha sido la producción de personas, ambas unidas en un complejo entramado económico-afectivo-moral que llamamos matrimonio y que se fundamenta en la división sexual del trabajo, realidad que por pertinaz y antigua algunos consideran “natural”.
Nada hay de natural en que tan solo el 5% de los premios Nobel hayan recaído en mujeres, nada hay de moderno, ni ilustrado, ni romántico, ni solidario, ni pacífico, ni democrático en que para mayor honra de de los hombres las mujeres renuncien, se sometan a una realidad que es la única que les permite la sobrevivencia.
Nada hay de humano o progresista en que las mujeres, conscientes de esa realidad, renuncien a las relaciones afectivas o a la posibilidad de producir personas porque el contrato que se les ofrece las obliga a renunciar a sus pasiones.
Agradezco a Mario Vargas Llosa por haber hecho de lo privado público y colocar en la arena del debate el complejo problema del género en producción intelectual.
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