LAS MUJERES MÁS PODEROSAS DEL MUNDO
En éste mes de octubre, como viene siendo habitual, se ha hecho pública la lista de Forbes sobre las 100 mujeres más influyentes del mundo.
Cuatro son las categorías en las que se han fijado los expertos para la selección de las candidatas: Política, Medios de Comunicación, Negocios y Estilo de Vida.
Fuera ya de los consabidos comentarios acerca de la presencia de Michelle Obama encabezando la lista, de la escasísima presencia de mujeres europeas entre las cincuenta primeras o que la primear mujer China se encuentre en el puesto 90, lo cual denota un claro sesgo etnocéntrico. Habría que preguntarnos ¿Que hay de común entre ellas?, ¿Por qué se han escogido esas categorías y no otras? o ¿Cómo se configura el poder entre las mujeres?.
A nadie puede escapar la interrelación entre los medios de Comunicación, la política y los negocios, tampoco a nadie escapa la relación entre los medios de comunicación que se dirigen de forma masiva a un público femenino y las modas o estilos de vida imperantes en nuestra sociedad.
Es de rigor destacar la interrelación entre éstas esferas. Las redes, plataformas y alianzas entretejidas durante años que eclosionan ofreciendo plataformas comunes para un liderazgo femenino al servicio de las mujeres, al margen de los intereses de partidos políticos o al servicio de proyectos personales que tiene una traducción política.
La configuración de la política en Europa a través de sus partidos dificulta la creación de plataformas o redes más flexibles y abiertas.
La forma en la que Ofra Wifrey (nº 3 de la lista) diseña sus programas televisivos le ha hecho merecedora de una popularidad increíble entre las mujeres norteamericanas, que por primera vez, se sienten identificadas con los temas y los personajes a los que Ofra entrevista.
La interrelación entre los temas a tratar y las entrevistadas es muy relevante, tanto que se habla de la plataforma de Ofra, de la cual forma parte Michelle Obama o Anna Wintour (nº 56) considerada una de las mujeres con más influencia en el mundo de la moda como editora de Vogue.
Las mujeres Norteamericanas han sabido tejer una red de influencias, que muestra la capacidad en la creación de alianzas al margen de los partidos al uso, consideradas en sí mismas como mujeres-red que crean plataformas informales para poner en valor a otras mujeres.
Algunos comentaristas norteamericanos han considerado que la influencia de las mujeres es una especie de contaminación viral, puesto que cuando una mujer entra en un espacio suma a más mujeres en él y resulta un antigripal muy fiable a la hora de evitar que la presencia de mujeres sea un capricho de un personaje puntual.
Es necesario destacar la inexistencia de mujeres académicas en esta lista; Pareciese que el mundo de la ciencia esta aún al margen de las redes de influencia y que tiene sus propios espacios, misóginos, opacos y al margen de la representatividad que nada o poco contrastan con la sociedad a la que pertenece.
Poner en valor y difundir este tipo de noticias es una forma de estudiar las diferentes anatomías del poder para aproximarnos a un diagnóstico más acertado de nuestras sociedades.
Las declaraciones de Irene Rosenfeld (nº 2) acerca de la necesidad de ampliar la presencia de mujeres Norteamericanas en la dirección de las empresas, hace pensar en la existencia de una estrategia comunicacional común, que debilita el pensamiento único, y enfatiza a las mujeres como una fuerza relevante para encarar esta crisis económica y cultural en la que estamos.
Realizar un seguimiento más en profundidad de éste tipo de acontecimientos informativos, por lo que representan de modelización y representación social, puede acercarnos más a la búsqueda de nuevas formas de encuentro que tan importantes serán en un futuro muy cercano.
Nuria Roldan – Arrazola
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